Majo Martínez

Majo Martínez

A muy corta edad, sentí la necesidad de observar procesos e imaginar palabras, números y conceptos abstractos como los sentimientos; entonces de repente, todas esas fantasías tenían que hacer parte de mi casa, mi lugar seguro. Mi apetito por observar fue creciendo, así que no tardé en empezar a crear mis propias imágenes para traerlas a la vida y hacerlas mi tesoro tangible, guardarlas no sólo en mi corazón sino en una libreta que vería todo el día.

Hasta el día de hoy, no he perdido ese apetito: dibujando a diario, soñando a diario, creando en la gracia de mi silenciosa habitación. Pienso que allí afuera habrá algún niño que al igual que yo, esté en su fuerte de sábanas con un libro entre las manos, y que esas imágenes que lo dejan soñar durante un rato, estén hechas por mi.