Marina Chamorro

Aunque la educación siempre ha sido una inquietud y un valor primordial para ella, fue a partir de ciertas experiencias en su vida cuando conectó de forma más profunda con la necesidad de generar un apego seguro a los niños y niñas, considerando esto como factor fundamental en la autoestima de la persona y en la creación de un mundo más justo, ya que el «cómo funciona el mundo» depende de las personas que lo habitan.

Dedicando gran parte de su trayectoria profesional al mundo de la educación y la inclusión social, se dio cuenta de cómo las historias acercan a los niños y las niñas (y adultos) a su mundo interior y a conectar con sus emociones. Considera que la inteligencia emocional está en todas las personas, pero es algo que debemos enseñar y ayudar a desarrollar y, si lo aprendemos de pequeñitos, mejor aún.